Siempre apague el radiador, desenchufe el cable de alimentación de la toma de corriente y deje que el dispositivo se enfríe por completo antes de manipularlo o limpiarlo.
No permita que el agua u otros líquidos entren en el interior del radiador, ya que esto podría crear un incendio y/o peligro eléctrico.
No utilice limpiadores abrasivos ni disolventes, ya que pueden producirse daños en el radiador.
Limpie la superficie exterior del radiador con un paño suave y húmedo, luego seque el radiador con un paño suave y limpio.