Seamos realistas: la mayoría de nuestros hogares tiene algún tipo de contaminante en el aire. Esto podría deberse al pelo de las mascotas, el polen, el polvo de la remodelación, el rociado de pesticidas cercano, el moho y los hongos, limpiadores domésticos, solventes, nuevos productos que ‘emiten gases’ - la lista es interminable. Purificar el aire de estas toxinas siempre es una buena idea.